La Red de Instituciones larenses… ¡en acción! – La Natividad
Maximiliano Pérez |
diciembre 23, 2015
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“Bienaventurados los
que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados…
Por sus frutos los reconoceréis ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los matojos?”
Jesús de Nazaret. “Dios e hijo de Dios”.
La palabra latina “adventus” significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las 4 semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y
arrepentimiento para la llegada del Señor. El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para esa llegada.
Por sus frutos los reconoceréis ¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los matojos?”
Jesús de Nazaret. “Dios e hijo de Dios”.
La palabra latina “adventus” significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las 4 semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y
arrepentimiento para la llegada del Señor. El adviento es tiempo de preparación, esperanza y arrepentimiento de nuestros pecados para esa llegada.
En el adviento nos
preparamos para la navidad y la segunda venida de Cristo al mundo, cuando
volverá como Rey de todo el universo. Es un tiempo en el que podemos revisar
cómo ha sido nuestra vida espiritual, nuestra vida en relación con Dios y
convertirnos de nuevo. Es un tiempo en el que podemos hacer un plan de vida
para mejorar como persona.
La natividad de nuestro señor Jesucristo es por antonomasia la conmemoración litúrgica del nacimiento de Jesús en Belén de Judá. Es celebrada por la Iglesia católica con carácter de solemnidad en la noche del 24 al 25 de diciembre. En la liturgia, la celebración de la Natividad inaugura el llamado tiempo de Navidad. En Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV; se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379.
La natividad de nuestro señor Jesucristo es por antonomasia la conmemoración litúrgica del nacimiento de Jesús en Belén de Judá. Es celebrada por la Iglesia católica con carácter de solemnidad en la noche del 24 al 25 de diciembre. En la liturgia, la celebración de la Natividad inaugura el llamado tiempo de Navidad. En Occidente empezó a conmemorarse a mediados del siglo IV; se celebró por primera vez en Constantinopla en el año 379.
A
diferencia de cualquier otro bebé, el que nació aquella noche en Belén fue
único en la historia. No fue creado por un padre y una madre humanos. Él tenía
una preexistencia celestial (Juan 1:1-3, 14)… era Dios, el Creador del
universo. Es por esto que la Navidad se conoce como encarnación, lo cual
significa “en la carne”. Con el nacimiento de Jesús, el Creador eterno,
todopoderoso y omnisciente, vino a la tierra “en la carne”. (Fuente:
http://www.christiananswers.net/spanish/christmas/home.html).
Mañana
conmemoramos un nuevo ciclo en la era cristiana, los católicos recibimos con
alegría al niño Dios, pero debemos entender que es fecha de reflexiones
profundas que nos deben indicar dónde está la realidad; estamos en esos
momentos en los cuales debemos mirarnos al espejo y entender el mensaje escrito
en los espejos de los baños de una importante empresa larense: “Usted es el
protagonista del cambio.”
Parece
no ser casualidad que en tiempo de adviento los ciudadanos venezolanos elegimos
el rumbo de la república, el cual será direccionado por aquellos que aceptaron
la inmensa responsabilidad de no defraudarnos una vez más.
La grave crisis que atraviesa la nación hace que todo ciudadano colabore para que la recuperación del país sea lo menos traumática posible, con el coraje necesario y en paz.
La grave crisis que atraviesa la nación hace que todo ciudadano colabore para que la recuperación del país sea lo menos traumática posible, con el coraje necesario y en paz.
Los
habitantes de esta Tierra de Gracia llamada Venezuela deben enterarse y
comprender que se avecinan tiempos borrascosos.
Los sacerdotes para otorgar el perdón exigen arrepentimiento y ¡penitencia! No es aceptable la impunidad; hay quien pide la “refundición” del país a sabiendas que tienen responsabilidad en los destrozos ocasionados y los comparan con la destrucción de un objeto hecho con cristal de Murano, cuyos pedazos son imposibles de reconstruir. Por ello, sugieren que esos pedazos deben refundirse. ¿Cinismo?
Los sacerdotes para otorgar el perdón exigen arrepentimiento y ¡penitencia! No es aceptable la impunidad; hay quien pide la “refundición” del país a sabiendas que tienen responsabilidad en los destrozos ocasionados y los comparan con la destrucción de un objeto hecho con cristal de Murano, cuyos pedazos son imposibles de reconstruir. Por ello, sugieren que esos pedazos deben refundirse. ¿Cinismo?
Podremos
soportar, tenemos conocimientos, voluntad, coraje, y la decisión necesaria.
Dios llega para apuntalar nuestro porvenir; tenemos más futuro que pasado.
Reciban un fuerte y fraternal abrazo… ¡Feliz Navidad!
Dios llega para apuntalar nuestro porvenir; tenemos más futuro que pasado.
Reciban un fuerte y fraternal abrazo… ¡Feliz Navidad!