LA RED DE INSTITUCIONES LARENSES… ¡EN ACCIÓN!
¡SENSATEZ!
Más allá de la
noche que me cubre negra como el abismo insondable,
Doy gracias a los
dioses que pudieran existir por mi alma invicta.
En las azarosas
garras de las circunstancias nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los
golpes del destino mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este
lugar de cólera y lágrimas donde yace el Horror de la Sombra,
La amenaza de los
años me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán
estrecho sea el portal, cuán cargada de castigos la sentencia,
¡Soy el amo de mi
destino… soy el capitán de mi alma!
Se dice que este poema escrito por William Ernest Henley, en
1875, era leído, día a día, por Nelson Mandela en la celda de su prisión durante
un lapso que parecía interminable… 27 años.
Más allá de la resaca electoral les recuerdo que es
proverbio antiguo aquel que expresa: “La
grandeza del vencedor se manifiesta en su benevolencia con el vencido.”
La Ley Contra la Corrupción de la República Bolivariana de
Venezuela, en su artículo 7 expresa: “Los funcionarios y empleados públicos
deben administrar y custodiar el patrimonio público con decencia, decoro,
probidad y honradez, de forma que la utilización de los bienes y el gasto de
los recursos que lo integran, se haga de la manera prevista en la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y las leyes, y se alcancen las finalidades
establecidas en las mismas con la mayor economía, eficacia y eficiencia.
Así mismo el artículo 13 expresa: Los funcionarios y
empleados públicos están al servicio del Estado y no de parcialidad política o
economía alguna. En consecuencia, no podrán destinar el uso de los bienes
públicos o los recursos que integran el patrimonio público para favorecer a partidos o proyectos
políticos, o a intereses económicos particulares”.
En estos artículos de la citada ley es evidente la sapiencia
del espíritu, propósito y razón del legislador probo, faltaría entonces la
ejecución de la justicia honesta. A mi entender, significa el rescate de, la
tan añorada, “Seguridad Jurídica.”
La ley insiste en su artículo 7, podría decirse que
repetitivamente, en los conceptos: decencia, decoro, probidad y honradez. Para
quienes ejercen el poder gubernamental y pretenden acabar con la corrupción,
que tanto daño ha hecho a la república, es obligatorio la implementación de
estos conceptos, en su más amplio sentido. El sector democrático del país está hastiado
del verbo soez y prepotente, engañoso y falaz, que en el momento mismo en el
cual es pronunciado, se hace contradictorio, insultante, difamador e injurioso.
“No existe oprobio cuando éste proviene de la tiranía.”
La difícil situación por la cual atraviesa la nación,
olvidada por la fiesta electoral, corre el riego de avanzar por la llegada de
otra fiesta: La navideña. Pero, las consecuencias la habremos de pagar todos
los venezolanos; llevando la peor parte los sectores más necesitados.
El dialogo debe tener su génesis en el artículo número 13 de
la citada ley. Como en cualquier familia, la desavenencia que puedan tener los
hijos se debe obviar ante el llamado de la madre. La Madre Patria nos necesita
a todos; debemos acudir a su llamado, por pequeño que sea el aporte que podamos
dar.
Es imperiosa la aplicación de aquellas palabras: “No
preguntemos que puede hacer nuestro país por nosotros, preguntémonos: ¿Qué
podemos hacer nosotros por nuestro país?”
Sanemos nuestras heridas, apoyemos a quién viene detrás y alcancemos
a quien se nos adelantó y unidos, todos unidos, trabajemos por el trecho que
nos falte recorrer; caminemos ese kilómetro adicional al cual hace referencia
Og Mandino en su magna obra “El Vendedor más Grande del Mundo.”
La “Red de
Instituciones Larenses”, por ser la “Institución de Instituciones”, se ha
constituido en la cantera idónea para gestar el desarrollo regional y el de más
allá de las fronteras estadales. La Red reúne a la experiencia necesaria. Somos
el crisol donde convergen las fuerzas vivas de la región con demostrado
conocimiento en los sectores que convergen en el desempeño cotidiano y estamos
prestos a contribuir en aportar soluciones a los graves problemas que nos
aquejan y, esto queda demostrado por el altruismo en el cual hemos apuntalado
nuestras acciones… realizadas bajo el imperio del pensamiento plural.
Decía Madiba: “Aprendí
que el coraje no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre
valiente no es aquel que no siente miedo, sino el conquista ese miedo.”
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